FSC-CCOO La Rioja | 29 marzo 2024.

Continúa la ofensiva de los grupos económicos y mediáticos contra Correos

    No se cansan. Otra vez Correos vuelve a ser protagonista en los dominicales del 13 de octubre en la prensa escrita. Unos -Diario El Mundo- sacando toda la artillería a pasear y otros -La Vanguardia- a lo suyo, aunque en un tono más moderado y guardando cierto equilibrio y noticias con información en su edición digital del 15 de octubre en la que vuelve a incidir con este titular: "Loterías, AENA, Correos... Buen momento para vender las joyas de la corona en bolsa".

    17/10/2013.
    Correos

    Correos

    Al calor de las agitadas aguas postales de nuestro entorno europeo -privatización de los correos británico y portugués- y, aprovechando la fragilidad de unos gobiernos azotados por la crisis, quieren aliviar sus cuentas a costa de lo que sea.

    Los grupos económicos de presión, utilizando los medios de comunicación serviciales a sus intereses, tratan de sumar al Gobierno de nuestro país a la ola privatizadora, ahora tan de moda. No basta que por dos ocasiones -en 2012 y en 2013- y en sede parlamentaria, el Gobierno haya dicho con claridad que el Grupo Correos no forma parte de ninguna agenda de privatización. No basta que lo haya hecho el subsecretario de Fomento el 3 de octubre en su comparecencia; ni que, a preguntas directas de los grupos parlamentarios, lo haya afirmado también el presidente de SEPI; ni tampoco basta que el ministerio propietario, el de Hacienda, haya respaldado tal afirmación. Lo importante es agitar el fantasma de la privatización para que un día se produzca (deseandito están) y poder descansar diciendo aquello de que "ya lo decía yo?.

    Una vez más, CCOO sale al paso -y van ya dos veces- de la información parcial, el desenfoque interesado, las verdades a medias, las medias verdades y las mentiras completas que, en este caso, el periódico El Mundo vuelve a verter en su crónica del pasado domingo, en un infumable alarde del "si no quieres caldo, dos tazas?.

    En su reportaje "Las malas cartas?-"las malas artes? cabría titular- al igual que hicieran hace unos días en ese mismo periódico en portada, editorial y media página en la sección de economía, vuelve otra vez con la "mula al trigo? a confundir, poniendo en la picota a Correos de tal modo que un lector poco informado sobre la situación real de la compañía postal pública acabaría sacando las siguientes conclusiones: a Correos le dan demasiado dinero; en Correos hay demasiada gente y, sobre todo, muchos funcionarios, Correos es una empresa ineficiente y es un mastodonte que no tiene sentido en el siglo XXI.

    Contando mentiras, que es gerundio; desmontándolas, que también lo es

    Más allá del exiguo espacio que el citado reportaje le asigna a la opinión de CCOO -cuatro líneas de una entrevista de hora y cuarto- algunas precisiones sí cabe hacer:

    - La primera, que si lo que se pretende es una mayor liberalización deberían saber que el mercado español es el más liberalizado de Europa.

    - Que Correos es el operador europeo que menos personal por habitantes tiene en comparación con nuestro entorno europeo de referencia.

    - Que la debilidad actual es fruto del abandono político que Correos ha venido sufriendo en los últimos años. Mucha politización truncando planes de gestión que se quedaron en el camino, por parte de gobiernos de uno y otro color.

    - Y que las deudas, tarde o temprano, se deben pagar, y que ni para el Gobierno pueden valer las excusas del mal pagador. A Correos se le ha consignado en los presupuestos lo que por Ley le correspondía, 318 millones en los PGE 2013 y 518 en los PGE 2014.

    No es destacable, para ese periódico, que Correos haya acompasado la caída del volumen de correspondencia sin acudir a la traumática figura del ERE (como sí ha ocurrido en el Grupo de Unidad Editorial a la que pertenece El Mundo, y en miles de empresas de este país, entre ellas Unipost); ni parece  importarle mucho la opinión de los ciudadanos que vienen valorando positivamente los servicios públicos postales en las encuestas del CIS; ni que el derecho universal a la comunicación postal deba ser garantizado financieramente por el Estado, a pesar de que en el propio reportaje se afirme textualmente que: "Por Ley, el servicio debe llegar a todos los ciudadanos, aunque sea deficitario?. ¡Caramba con la libertad de expresión!

    Nos sobran argumentos

    Correos, en tanto que una gran empresa pública -la mayor del país- debe ser considerada como una herramienta indispensable para "tirar del carro? de la salida de la crisis. No son pocos ya los economistas de distintas "familias? que apuestan por dar valor a las grandes empresas como motores de la recuperación económica en lugar de hacerlo atomizando y precarizando el tejido productivo (3.500 empresas en Alemania, con más de 81 millones de habitantes, 3.300 en España, con 46 millones. Sin comentarios).

    Y debe serlo con un compromiso por parte del Estado de garantizar un sistema de financiación estable, en un marco de competencia regulada y en el equilibrio -alejada del dumping y de la precariedad laboral que algunos pretenden- desarrollando el Plan de Acción de Empresa hacia la diversificación, la internacionalización, la exploración de nuevos mercados y, todo ello, con un convenio y acuerdo -próximo a abrirse la mesa de negociación- que no devalúe los derechos, los salarios y el empleo.

    Hace solo unos días la ONU -al igual que la Unión Postal Universal (UPU)- a través de su secretario General Ban Ki-moon, acaba de señalar la importancia de las transformaciones en el escenario que imponen las comunicaciones en el siglo XXI. "Los servicios postales son un motor para el comercio, el desarrollo y el crecimiento y realizan una importante contribución a los esfuerzos para contribuir a un futuro de paz y equidad para todos? afirmó textualmente a la vez que instaba a los gobiernos a "aprovechar las redes de correo para acercarse a los ciudadanos?.

    Esperamos que lo lean los grupos económicos y sus voceros. En todo caso, el futuro de Correos, para CCOO, es una realidad que se crea y no una realidad que se espera. Y, pese a ellos, seguiremos pensando que Correos, si los políticos con sus políticas no enredan, tiene viabilidad.